martes, 7 de diciembre de 2010

LOS ALUMNOS DE ELIANA VASQUEZ

FUE EL 13 DE NOVIEMBRE

-  ¡En el desorden está mi orden! –dije a la espigada y encopetada damita, mientras sonoramente cerraba la puerta del departamento (literalmente, en sus narices...  ji, ji, ji).
...
La noche anterior había ido a su casa, una  antigua y elegante casona señorial de Barranco,  con  todas las características de estas: amplia, elegante, aristocrática. Hubo una recepción  al cual habían acudido  sus  más distinguidos  alumnos y discípulos (yo entre ellos. Yo, yo);  estos eran jóvenes de clase media acomodada y algunos pequeños burgueses....   también algunos parientes de la famosa escritora.... y, calculando que irían niños pequeños, que convertirían en un loquerío el recinto, alguien había tenido el buen tino de alquilar dos o tres pequeñas máquinas tragamonedas...
Por supuesto que me sentí como un marciano caído en tierra... completamente desubicado  en ese mundo de burgueses y gente bien. Incluso un par de sus diligentes alumnas, que se habían ofrecido para ayudar en el lavado de los trastos,  se sonreían maliciosamente  mirándome y haciéndole algunas bromas a la susodicha.... ¡Mierda! ... Maldita sea la hora que se me ocurrió venir- pensaba.  Era, creo recordar,  la celebración de un santo patronal, la publicación de sus obras completas o algo por el estilo.
Cuando a la mañana siguiente, después del vergonzón que pase (soy una persona extremadamente tímida para la edad que tengo y ser sociable no es, no ha sido ni será nunca,  una de mis cualidades),  cuando fue a verme a mi departamento, en realidad un cuarto con puerta a la calle, pequeño, sencillo y sobrio (pero que a mí se me figura un castillo, mi fortaleza, mi bunker) la atajé en la puerta para que no viera el caos y la anarquía en que vivo,  y por el cual me había deslizado ya varias amonestaciones.
- En el desorden está mi orden- le dije, recordando  lo que alguna vez  había escuchado del pintor Humareda y tiré la puerta.
Y ese fue el final de todo el asunto  (al menos eso creía  yo). Ya en mi cuarto, con la puerta cerrada en las narices de mi musa-tutora-inspiradora y un poco mecenas,   una luz muy blanca con reflejos metálicos inundo la habitación y la vi allí....parada a media  sala,  con un extraño brillo en los ojos. Juro que me froté los ojos pues creía estar soñando, alucinando o volando (en realidad no había vuelto a fumar  pasta desde hacía varios meses).
- Nunca  entiendes nada ¿verdad? – me dijo- eres mi pequeño proyecto, ¡so estúpido!.  La buena acción que me justifique... que  de alguna manera justifique tus años de una existencia mediocre, anodina y vacía...  No dejaré que lo eches todo a perder por tus temores, dudas y vacilaciones
Yo estaba poco menos que paralizado y al borde del pánico...
Ella prosiguió:
- Volverás a retomar los cursos, a concluir tu tesis y a concretar  los proyectos que has elucubrado..... aunque tenga que llevarte de las narices a la facultad, so huevón.
Juro por lo más sagrado qué no sabía que decir.... las piernas me temblaban, ninguna palabra salía de mi  boca, el sudor bañó mi frente...
Creo recordar que el final de su perorata fue, más o menos, el siguiente:
- Y ¡ay de ti que vuelvas a tirarme la puerta mientras te estoy hablando!... te  saco los ojos y te estampo en la pared.
Dicho esto se esfumó, desapareció en el aire. (¡Sí!, como lo estás oyendo carajo, desapareció)  y en la habitación se propagó un fuerte olor a trementina. Eso ocurrió exactamente el 13 de noviembre  del año pasado. En los meses que han sucedido he sido, lo que nunca fui antes, un alumno aplicado, estudioso, pendiente de hasta la respiración de los catedráticos. Mi benévola mentora, no satisfecha con estimular mi dormida creatividad literaria, se ha propuesto hacerme un estudiante destacado..  Pero nunca, jamás,  volvimos a hablar sobre ese día.

Y ya que estoy hablando de ello... aquí entre nos he de decir que ya no sé si eso paso exactamente,  si lo imaginé o lo soñé (no estaba fumado, como alguien dijo por ahí... ni ebrio).  Para ser sincero,  no sé si ella es realmente una mujer, una alienígena, un ser de luz...¡un ser demoniaco?...   lo único que sé es que el 1 de enero del 2012 ella se marchará para siempre.... (curiosamente, para ese día se ha pronosticado una alineación de los planetas... un raro fenómeno que sólo ocurre cada sesenta años,  y en ese momento Marte estará un poco más cerca de la Tierra)... Me ha pedido que me vaya con ella...

1 de diciembre del 2011


Juan Fernández Avendaño




NOTA DE REDACCIÓN
·         Está carta fue encontrada por la policía el 6 de febrero del 2012 en el escritorio del estudiante de filosofía Juan Fernández   después de la misteriosa, y hasta ahora no esclarecida,  desaparición de éste y de la novelista y Premio Nobel de Literatura Diana Mistral. Su publicación intenta dar una luz sobre estas extrañas coincidencias.

Prof OMAR JIMÉNEZ DELZO


1 comentario:

  1. que días aquellos el del 2010 cuando eramos alumnos de la profesora Eliana Vasquez en la PUCP

    ResponderEliminar