martes, 7 de diciembre de 2010

JUAN

Aquel joven bastante fuerte, decidido y emprendedor; que creció con los golpes de la vida como la mayoría de los habitantes de Leoncio Prado suelen vivir, en medio de la necesidad económica pero con mucho cariño y ternura de su madre; en cambio el rigor de un padre alcohólico que a pesar de todo; desde pequeño, lo formó dentro del trabajo de la construcción para que pudiera valerse por si mismo cuando se independice, por ahora él sabe que tiene que trabajar duro como ayudante de construcción para llevar el sustento a casa, donde sus padres esperan su regreso, pues ellos, apenas si pueden moverse por que quedaron discapacitados en un accidente de transito, de esos, de los que todos los días escuchamos por las noticias, lo leemos por los periódicos o lo vemos por la “tele”.

Él está enamorado de María, una bella muchacha de unos 18 años, aproximadamente, quién ni siquiera se da cuenta que existe este joven, el objetivo de ella es estudiar y prepararse al máximo para poder emigrar al extranjero; además, Juan tiene que lidiar con su timidez acompañado de la tartamudez al momento de dirigirse hacia una mujer y más aun ahora que sentía algo muy hermoso por esa mujer, el corazón le late con tal fuerza cuando la ve salir cada mañana camino al instituto; tanto que ya no puede resistir por más tiempo esa emoción; entonces, planea llegar hasta ese corazón, a través de la Juana, la madre de María, quien ve a Juan con deseos de tenerlo para ella. Él, sin sospechar de esos sentimientos, decide llevarle un lindo ramo de rosas rojas que llegarían a las manos de María a través de la madre. Tembloroso y con las manos que le sudan, toca la puerta “toc toc” y la madre abre, “se se se seño ñora, ssssson pa paaaaa”, y antes de que pudiera terminar el mensaje, recibe un apasionado beso en los labios.

Los ojos de Juan se le “encendieron” y sintiéndose grandemente ofendido en el amor que siente por María la empuja con tal violencia hacia el interior de la casa, cayendo pesadamente de espaldas y golpeándose la cabeza en una silla, Juan huye despavorido hasta su casa se encierra en su cuarto donde llora amargamente su desdicha, por la noche tocaron la puerta y al abrirla vio a María con unos policías que preguntaron por Juan, en ese momento sintiendo un baño de calor por todo el cuerpo, respondió, “ sososoy yo”, y aquella bella muchacha, a quien él veía como una diosa, lo acusaba, “Él, él es el asesino”, se abalanzó para golpearlo, patearlo, arañarlo y Juan petrificado no sabía lo que le sucedía, simplemente, agachó la cabeza para tratar de entender lo que le estaba pasando; el empujón que le dio a la madre le había causado la muerte en el acto, la policía enmarrocó a aquel joven que no ofreció resistencia y llorando amargamente repetía “mmmme entró el didididiablo, memememe entró el diadiadiablo”, la policía había llegado rápidamente a la conclusión de su culpabilidad por que la muchacha encontró la tarjeta que decía “para la chica más linda del mundo que conozco, con mucho cariño de Juan”.


AUTOR: PROFESOR OSCAR MUÑOZ OSORIO - AULA 3A PRONAFCAP

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